miércoles, 26 de marzo de 2008

Alvaro Llanos Alija / Oficial Jefe de la Policía Local

Alvaro Llanos Alija / Oficial Jefe de la Policía Local

«Nuestro trabajo es una labor preventiva»

-Esta semana nos interesamos por la labor que desarrolla la Polícia Municipal de nuestra ciudad, y nos acercamos desde «La Bañeza Hoy» a la Comisaría de Policía. Allí nos encontramos con Álvaro, «el cabo», quien respondió amablemente a las preguntas que le formulamos y nos contó cómo es el trabajo de un policía local. Nuestros agentes en La Bañeza hacen de todo desde atender llamadas particulares para ayudar a un vecino que se ha dejado las llaves dentro a entrar en su domicilio hasta perseguir ladrones. Pero de las habituales labores de regular el tráfico y retirar los coches mal aparcados a veces pasan a intentar sofocar incendios.
Una docena de agentes velan por nuestra seguridad, y en la Plaza Mayor ayudan a turistas, dan direcciones de calles, velando por la paz y el buen orden.

E. GARCÍA / 24 OCT. 2000
P.:–¿ Cómo trabaja la policía municipal?
R.:– Existen tres turnos: de 6 a 14 horas, de 14 a 22 horas y de 22 a 6, y lo mismo se atiende una llamada porque ladra un perro y no deja dormir que se va a una pelea que se pueda producir en cualquier sitio o se va con la grúa a por un coche que alomejor a las dos de la mañana está en un vado y tiene que salir un usuario y no puede. Nosotros atendemos llamadas desde la del ladrido del perro que te he dicho antes hasta lo que te puedas imaginar, intervenimos en lo que nos requieren para ello.
P.:–¿ Cual es el caso más llamativo que habéis tenido?
R.:– Afortunadamente de orden publico no se dan casos muy importantes. Robos como el de Caja España de hace ocho días no se producían, que yo recuerde, en seis o siete años.
P.:– ¿Cual es el servicio más habitual que prestáis a la ciudadanía?
R.:– El tráfico. Atenciones de regulación de tráfico o que hay un coche mal estacionado, que te llaman porque se han olvidado la llave dentro del piso y hay que abrir la puerta para que puedan entrar. Nuestros servicios son muy diversos, no hay cosas concretas. Te pueden avisar para decirte que hay una acera que está rota hasta para avisarte de que una persona se ha caído y se ha lesionado y hay que acompañarla al Centro.
P.:– ¿Qué plantilla de policía municipal tiene en la actualidad en La Bañeza?
R.:– Somos doce agentes.
P.:– ¿Y con doce agentes podéis cubrir todos los servicios?
R.:– No estamos sobrados, la verdad. De esos 12 hay que descontar los que están descansando, que hay dos días de descanso a la semana. Son tres grupos de cuatro, y siempre hay un grupo de descanso, como es lógico, entonces me quedan de efectivos ocho, de los cuales uno descansa de vacaciones anua-les. De esos ocho quita uno y ya quedan siete. Hay dos agentes de noche y tres de día en un relevo y tres en otro y para de contar. Eso no contando que pueda haber una baja.
P.:– Bueno, en caso de necesidad tenéis a la Guardia Civil cerca.
R.:– Sí, hay una colaboración total y absoluta, pero tu piensa que la atención en accidentes de tráfico en casco urbano es competencia de la policía local. La Guardia Civil a veces nos echa una mano, y muy agradecido, –tenemos unas relaciones buenísimas –, pero los cometidos de cada uno son los cometidos de cada uno.
Ahora están convocadas dos plazas más, y van a empezar los exámenes el día 24, pero tenemos una edad ya muy alta en la media de plantilla y de aquí a tres años empezaran ya las jubilaciones y habrá que suplirlos de alguna forma.
Según la legislación por cada mil habitantes tiene que haber un policía y medio.
P.:– Pues aquí nos falta el medio.
R.:– Exacto, aquí en La Bañeza, según el último censo que dió algo más de diez mil personas, tendría que haber diez policías y cinco medios, o sea un total de quince, y somos doce.
P.:– ¿Cuanto tiempo tarda en formarse un policía local?
R.:– Una vez que se hacen los exámenes y se aprueba la oposición los agentes tienen que ir seis meses a la academia y aprobar el curso.
P.:–Cambiando de tema ¿Qué tal conducimos en La Bañeza? ¿Y que tal aparcamos?
R.:– Bueno, hay de todo, generalmente la grúa es efectiva.
Hace unos días en una calle se ha puesto la señal de prohibido aparcar y se ha dejado cuatro días de margen para que la gente se vaya enterando, pero como han pasado cuatro días y dos mas y parece que no se han enterado pues ya se está, lo puedes ver, procediendo a retirar vehículos con la grúa.
Y es que hay de todo. Suele pasar que un señor para en doble fila en la calle para ir a hacer una gestión bancaria, y ese señor debe pensar que en el banco le están esperando diez empleados para atenderle a el nada más entrar, no sé da cuenta que hay una cola de treinta, y claro, lo que pensó que iban a ser cinco minutos se le ha convertido en media hora, y se encuentra con que el coche se lo ha llevado la grúa. El modus operandi de la grúa es no porque haya un coche mal estacionado va y se lo lleva, sino que da una vuelta y lo ve, toma nota, y al de veinte minutos o media hora pasa otra vez y el coche sigue allí entonces se procede a la retirada del vehículo. Hay veces que sale el dueño y te dice «que sólo han sido cinco minutos» pero ha pasado media hora.
Y a en cuanto a cómo conduce la gente, pues bien. Hombre, siempre hay alguno que anda haciendo el gamberro, pero en general se conduce bien, aunque tenemos el problema de las mo-tos pequeñas, que en una persona adulta hay otra mentalidad, pero un chaval de 16 años no tiene experiencia y cree que por andar por aquí sin casco no hay peligro, que sólo es en la carretera, pero según las estadísticas donde se registran lo accidentes mortales es en el casco urbano porque en la carretera –y yo tengo experiencia de moto– tienes un campo de visión muy largo, mientras en la ciudad si vas por esta calle, aunque no vayas rápido, te puede salir un niño de entre dos coches que estén aparcados y es inevitable. Los golpes de la cabeza sin casco contra el asfalto, contra un bordillo o contra un semáforo son mortales.
P.:– Hablemos de los fines de semana.
R.:– Los fines de semana, por un lado afortunadamente y por otro desgraciadamente, ya no son lo que eran. Me refiero a que hace de un año a esta parte –excepto ocasiones puntuales como pueden ser carnavales o las fiestas de agosto– he notado un descenso notable en la afluencia de personal. Esto hace dos años era gente por todos los sitios, barullo, voces..., sin embargo llevamos ya tres o cuatro meses que se nota que sí, hay ambiente hay gente, pero yo diría que menos de la mitad de la que había antes bien sea por los controles de alcoholemia, porque viene uno e un pueblo y le cazan dando superior al límite permitido, entonces se lo piensa, iban a venir a La Bañeza pero hay un control y... Luego hay otro dato muy curioso sobre las fiestas de los pueblos, que se está volviendo a los orígenes. An-tes la gente no salía del pueblo los días de fiesta, luego estaba de fiesta en el pueblo por el día pero por la noche venía a La Bañeza, y ahora se vuelve a quedar en el pueblo, porque si se bebe un poco de más... Y también se da el caso de que la gente va a otros sitios, se lo pasa de maravilla y entonces en vez de venir a La Bañeza se va por ejemplo a Carrizo. Se ha notado en los pubs, que han registrado una caída, y en el ruido. Antes las llamadas de vecinos quejándose por el ruido de los pubs igual eran tres o cuatro a la noche en distintos puntos pero ahora igual recibes una.
P.:– Hablando del ruido de los pubs ¿Se ha hecho alguna campaña de mediciones de sonido?
R.:– Sí, se han hecho muchas. La verdad es que los ruidos, salvo en alguna excepción, no es que se oiga la música en los pisos, es que el sonido se propaga por propagación molecular. Si un altavoz está mal colocado, por la estructura del edificio no se oye la música; pero en los bajos el «pom-pom» ese se nota. Yo he estado en pisos, haciendo una medición dentro de un piso y no da el mínimo establecido para sancionar. Se oye, pero no llega a los decibelios que pueden incurrir en falta.
P.– ¿Y algún problema de orden público?
R.:– De orden público algún gamberro de los de última hora que cruza algún contenedor, pero las batallas campales que teníamos hace tiempo ya no, aunque nunca falta algún susto.
P.:– ¿Qué destacarías de la policía municipal?
R.:– A mi lo que me gustaría destacar de la policía no es su labor, entiendo que su labor está encauzada. Hay gente que nos critica que nos ve por la calle sin hacer nada, pero es que nuestra labor es una labor preventiva, si tenemos que hacer algo es que desgraciadamente ha sucedido algo malo. Si hay ladrones vas por ellos, pero si no los hay... Lo que yo veo es que aquí hace falta personal.
P.:– Claro, porque os encontraréis situaciones...Me imagino aquel tiroteo hace un año con sólo dos agentes de servicio. Supongo que necesitaríais ayuda.
R.:– No, en aquel tiroteo no se presentó denuncia.
P.:– Ah ¿no se presentó denuncia?
R.:– Aquel tiroteo se supo porque uno de los heridos fue al médico y el médico dió parte inmediatamente, pero no se presentó denuncia formal.
P.:– Y no corrió el pánico, porque si yo voy de por la calle y oigo dos disparos...
R.:– No, porque un sábado a las cuatro de la mañana, que tiren cuatro petardos es normal, y si oyes un disparo y un petardo...
P.:– Ahora que hablas de pe-tardos a las cuatro de la mañana, recuerdo el caso de los que tiraban cohetes a esas horas intempestivas.
R.:– Cosa que ya no es habitual. Antes había unas persecuciones nocturnas. Tirar cohetes tiene la importancia que se le quiera dar. Lo que pasa que si uno está a las tres de la mañana durmiendo y de repente le tiran cuatro bombas se desvela.
Aquí ha habido un acuerdo entre los posibles tiradores de cohetes y nosotros. Si se quiere tirar cohetes vale, pero hasta las once de la noche, y ahora viene la gente por aquí y nos dice: «mira, que tenemos una boda mañana ¿podemos tirar cohetes?» Y se les dice que sí, pero que hasta una hora prudencial. Que me dicen que hasta las once y media e incluso las doce, vale, pero de ahí para adelante que se le pille se lleva a Subdelegación de Gobierno, y ya no se producen aquellas cacerías de tiradores de cohetes.
P.:– Ahora que me acuerdo vosotros también habéis hecho labores de extinción de incendios.
R.:– En La Bañeza no hay bomberos, son unos voluntarios que están ahí. El teléfono de bomberos es de la policía, que es en donde se puede recibir una llamada porque hay personal para atenderla. Nosotros tenemos que localizar a los del camión, el del camión está dispuesto a echar una mano pero no tiene porqué estar al lado del camión, puede estar en su casa o tomando un café en un bar, aunque normalmente los tienes localizados porque te dicen «si no estoy en casa estoy en tal sitio». Yo entiendo que el que está al lado de su casa y se le puede quemar cada minuto se le hace una hora y cuando llegas ahí y han pasado diez minutos en el mejor de los casos, al tío le ha parecido cuatro horas y te montan unas broncas que son terroríficas. Luego cuando se pasa el susto igual te dicen «perdona, pero yo es que cuando ví aquello y tal». Es una reacción lógica de una persona que se ve impotente
P.:– O sea, que sois muchas veces los primeros en llegar a un incendio.
R.:– Si, tenemos incluso unas bombas explosivas por deflagración útiles para fuegos en un sitio cerrado. Por ejemplo, que se está quemando una cocina, metes una bomba de esas y por la deflagración quita el oxigeno y se apaga el fuego, pero cuando el fuego es en un sitio exterior no se pueden utilizar.
P.:–Claro. Ahora recuerdo un fuego hace unos años en el Zeus en el que intervinisteis
usando extintores.
R.:– Sí llevamos un extintor en el coche pero eso es para un momento determinado, porque si se quema un tejado a ver que haces con un extintor.

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