miércoles, 27 de julio de 2011

Las fiestas de antaño y hogaño

José Cruz Cabo
Mi memoria me lleva a mediados de los años treinta, cuando las fiestas eran poco más que bailes en la Plaza Mayor, fuegos artificiales en la Plaza Fray Diego Alonso y algunos juegos infantiles. Mi primer recuerdo de los fuegos artificiales, fue en la Plaza Fray Diego Alonso, esquina con la hoy Avenida Vía de la Plata y, mi emoción de niño, cuando dos de los fuegos artificiales en el momento más espectacular estaban, dejaban caer un lienzo con la imagen de la Virgen de la Asunción y otro con la figura de San Roque. Luego durante los años cuarenta, los conciertos en la Plaza Mayor, las dianas por las calles, parando ante las casas de los alcaldes de cada año y de otras personalidades, del cuarenta y seis al cincuenta y uno, yo era uno de los componentes de la misma, los bailes y los fuegos artificiales que volvieron a la Plaza Mayor, las cucañas que reunían a gran cantidad de gente para ver trepar a los adolescentes y jóvenes por el palo, para conseguir el jamón que había en lo alto. Los tenderetes y juegos en la Plaza Mayor y las pequeñas barracas de entonces, que se ponían en la pequeña plaza de la calle Escultor Ribera. Luego pasarían a la hoy Vía de la Plata y con el tiempo, vendrían muchas mas e irían cambiando de sitio hasta llegar a la finca donde se ponen ahora. Los fuegos artificiales fueron cambiando de ubicación y se hicieron acuáticos en el puente de Requejo, volvieron a la Plaza Mayor, después se cambiaron para lo que es hoy el parque infantil en la Plaza de los Reyes Católicos, de allí se marcharon al barrio de El Polvorín y finalmente recalaron en la zona polideportiva, donde se hacen en la actualidad, Las barracas también han cambiado varias veces de sitio hasta quedar ahora en la finca enfrente de la Plaza del Carnaval.Durante varios años hubo teatros móviles y aquí vino el de variedades de Manolita Chen que se instaló en lo que hoy es Plaza Briva Miravent y donde conocí al gran cantante de Laguna Dalga, Roberto Rey, que falleció unos pocos años después de forma trágica, cuando comenzaba a abrirse un buen hueco en la canción española, también venía uno de teatro y variedades que estos años últimos se ha instalado enfrente de lo que fue la entrada a la estación. También el Teatro Pérez Alonso trajo grandes compañías de teatro en la patrona y durante unos años, alquilado por el ayuntamiento, pudimos disfrutar de dos compañías de Zarzuela. Cuando el teatro funcionaba, durante una patrona se trajo un ballet que actuó en lo que es hoy patio del Colegio San José de Calasanz, ahora vienen y actuan en la Avenida Vía de la Plata.Todo ha ido cambiando a lo largo de los años, menos la alegría de los bañezanos, que generación tras generación hay dos cosas que no cambian, sino que mejoran, la carrera de motos y la alegría. Las misas se han hecho más solemnes y la ofrenda a la patrona, se va fortaleciendo año a año, así como la Misa de San Roque va adquiriendo una demostración de solera tradicional.El desfile de carrozas con las reinas infantil y mayor con sus respectivas damas ha ido fortaleciéndose y siendo el punto final de las fiestas. Muchos años antes, cuando no había tantos coches, ni existían los tractores, se hicieron varios desfiles de carros engalanados.Nuestra ciudad, como todas las cosas, ha ido cambiando y evolucionando y las fiestas han ido ganando en mejoras, han venido atracciones que antes no había. Unos años se han dado toros, durante tres años con grandes matadores, como Andres Vázquez, Palomo Linares y otros, un año en lo que fue Plaza del Ganado hoy Instituto Ornia, varios otros en donde ahora está la piscina municipal y finalmente se ha ido cambiando hasta quedar cerca de la nacional seis, últimamente solo se han dado becerradas y suelta de vaquillas.Cada generación trae sus modas y lo mismo ha pasado en las fiestas de nuestra ciudad. Solo ha quedado siempre la atracción hacia los forasteros y la alegría desbordante de nuestra juventud, en todas y cada una de las épocas.

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