jueves, 29 de noviembre de 2012

La visita oficial del Obispo Merida Pérez en su entrada en La Bañeza


José Cruz Cabo
Corría la primavera del año 1947, cuando fue nombrado por el Papa, Obispo de Astorga, el Doctor Mérida Pérez y a los pocos días de hacerse cargo de la diócesis, anunció a nuestro ayuntamiernto que iba a venir aquí, a realizar la primera visita oficial fuera de Astorga.
Naturalmente eso en plenos años cuarenta, era una noticia que movilizaba a toda la ciudad y por ello el ayuntamiento publicó un bando pidiendo a los bañezanos, que ese día acudieran a la Plaza Mayor, para darle la bienvenida al nuevo Obispo de Astorga, que además traía una gran aureola de persona sabia, culta y sencilla.
Naturalmente nuestra ciudad salió en bloque a recibir a este nuevo Obispo y, al principio de la calle de Astorga, fue recibido por las autoridades locales, y se subió a una calesa que estaba dispuesta para ello, junto al alcalde accidental, ya que Don Inocencio Santos, que era el alcalde, no estaba en la ciudad, y continuó su camino hacia la Plaza Mayor y la iglesia de Santa María. Como es lógico, el ayuntamiento pidió a la Banda de Música de la ciudad, que tenía que acompañar al obispo y nuestra banda, de la que yo formaba parte como tercer trombón, dirigida por el gran músico bañezano, Claudio Toral González, se puso detrás de la calesa y comenzó a intepretar pasacalles hasta la puerta de la iglesia de Santa María, donde el Obispo Mérida Pérez, recibió el saludo del entonces párroco de El Salvador, D. Angel Riesco Carbajo, así como de los sacerdotes de entonces, Don José Víctor y Don Rogelio García, además de otros sacerdotes de la comarca bañezana. Al entrar en la iglesia se cantó un solemne Tedeum, agradeciendo a Dios el que tuviéramos un nuevo pastor en la diócesis, tan sabio, y tan ilustre, y después dio comienzo la misa pontifical, presidida por el Doctor Mérida Pérez, con el templo abarrotado de fieles. Después de dar la bendición apostólica, subió al ayuntamiento donde el alcalde accidental de entonces, Aurelio López, propietario del comercio “De Perico”, le dedicó unas palabras de bienvenida y le deseó una gratísima estancia en nuestra diócesis. Para Don Angel Riesco, esta visita le cambió su vida totalmente, pues unos meses más tarde de la misma, el Doctor Mérida Pérez, le nombraba Vicario General de la Diócesis, lo que le llevó después a ser consagrado Obispo Auxiliar de Oviedo primero, y después Obispo de Tudela.
Finalizada la visita, el obispo volvió en calesa hasta el final de la calle Astorga y allí subió en su coche, para volver a la capital de la Diócesis, entre la alegría de los bañezanos y los sones de la banda, que le acompañaron hasta el final. 
Nuestra banda municipal, fue dirigida en esa alegre jornada, como ya dijimos,  por el que fue gran músico bañezano, además de empresario zapatero, Claudio Toral González, que hizo de director varios años. Yo no sabía que existiera esta fotografía de dicho acto, hasta que la cofradía de Jesús Nazareno realizó una exposición de fotografías antiguas, en la que había una foto de aquel acto del año 1947, pero todavía fue mucho mayor mi asombro, porque entre los pocos músicos que salen en la misma, estoy yo, con dicesiete años, tocando el trombón en dicha visita. Fue una gran ilusión ver esa fotografía y pasado un tiempo, de aquella exposición en la capilla de Jesús, pude hacerme con ella, y ésta me hizo recordar uno de los acontecimientos importantes que ha vivido nuestra ciudad, porque el Doctor Mérida Pérez estuvo como Obispo de Astorga hasta 1954 y fue sustituido después por el famosísimo Obispo, Monseñor Marcelo González Martín, el mejor orador que he oido en mi vida. La visita de Mérida Pérez, tuvo una gran repercusión posterior para nuestra ciudad, ya que durante su obispado, se iniciaron las obras del edificio que fue primero seminario menor de la diócesis, y hoy la Residencia de Ancianos de Mensajeros de la Paz. Un edificio que hizo una gran labor como cantera de vocaciones sacerdotales, ya que fueron muchos alumnos los que llegaron al sacerdocio, gracias a este seminario, y hoy en día sigue acogiendo a personas mayores, que no se valen solas en sus casas, y pueden estar en Mensajeros de la Paz cuidados y atendidos dignamente, hasta que les llegue la hora de rendir cuentas al Señor. 

martes, 27 de noviembre de 2012

Gracias amiga Luga por tus hermosos cuadros


José Cruz Cabo
No por esperada, siento menos el dolor de tu muerte, porque fuiste muy valiente en la vida intentando vencer tu diabetes y dándote prisa para dejar una obra de arte, muy importante, aunque poco conocida por tus paisanos. Recuerdo el día que te conocí, cuando comenzabas a trabajar en San Dimas y tenías la ilusión de llegar a ser una gran pintora, pero tu humildad te impedía expandirte, y de ello estuvimos hablando en tu casa, junto con tus padres, Leandro y Mercedes, cuando solo pintabas a lapiz y a cera. Yo fui el promotor de que realizaras tu primera exposición. Nos costó trabajo, pero al fin encontramos hueco en la sala de juntas de la Capilla de Jesús Nazareno. Era juez Manolo Pérez y estaba en el cabildo Felipe de la Patrona Gutiérrez, el famoso Felipe, ambos nos dieron toda clase de facilidades y colgaste la primera exposición para tus paisanos amantes del arte. A raiz de ella, expusiste al poco tiempo en Benavente, en un local de la Mota de aquella localidad, y el triunfo fue total en ambas ciudades, por lo que yo te animé a que dejaras la cera y te dedicaras al óleo, ya que un gran pintor tiene que pintar en óleo, para que sus obras perduren. Con alguna reticencia por tu parte, al principio, cogiste los pinceles y realizaste tu tercera exposición en Salamanca, ya con cuadros al óleo, y volviste a triunfar plenamente en la capital charra. Que alegría llevaste cuando mi esposa Nieves y yo, entramos en la sala, en la que también estaban tus padres Leandro y Mercedes. A partir de ahí, volastes sola y comenzaste a exponer en diversas partes de España, en galerías de arte, de varias capitales españolas, siempre con éxito. La que hiciste en Salamanca la recuerdo con nostalgia, porque ya llevaste cuadros al óleo, que causaron sensación, ya que tu pintura comenzó a ser mas luminosa que cuando trabajabas en cera, y tus paisajes llamaban la atención por su brillantez, colorido y sentido de las proporciones. Tuviste unos años en los que exponías en muchos sitios y tu obra era cada vez má valorada, por los que tenían la suerte de contemplarla y tú, cada vez eras más abierta y gozabas más de tu trabajo artístico, pero cuando eras más feliz pintando, tu enfermedad diabética comenzó a darte más guerra y a pegarse a la vista, te operaron varias veces, pero poco a poco fuiste perdiendo la vista y con ello se acabó tu carrera artística. Para compensarlo creastéis ADELBA, con tu amigas Charo, Angelines, Transito y tu amigo Ramón, que fue el primer presidente, junto a otras más que no recuerdo y, durante bastantes años, me invitabas a las comidas de hermandad que celebrábais, yo entones era más joven, tenía la subdireción de El Adelanto y las corresponsalías de Diario de León y Radio Popular de Astorga, hoy Cope Astorga, donde sigo de corresponsal y, nuestra amistad siguió viva, fuerte y afectuosa, hasta que ya tu ceguera te dejó fuera de combate y nos veíamos muy de tarde en tarde. También en todos los catálogos que hacias de tus exposiciones, en las distintas ciudades, siempre incluias frases que yo te había dedicado en Diario de León y en “El Adelanto”.
Amiga Luisa María Luengo Galán, conocida artisticamente por Luga, como firmabas tus cuadros, entre los que hay uno en mi casa, que me regalaste, en un sitio de honor. Espero que ahora seas ya feliz, junto a tus padres Leandro y Mercedes para siempre. La Bañeza no reconoció tu gran valía, pero con el tiempo. tus magníficos cuadros hablarán por ti donde estén colgados. Hasta siempre Luisa Mari.