jueves, 22 de agosto de 2013

Los debates de los plenos contra la plaza de abastos


José Cruz Cabo
En los años sesenta ya últimos, comenzó a debatirse en los plenos del ayuntamiento, la posibilidad de construir una Plaza de Abastos en nuestra ciudad, y entonces solo estaba yo en los plenos, pero en El Adelanto estarán mis crónicas de aquella época. 
Había cuatro de los doce concejales que no querían ni a tiros que se hiciera la misma, pensaban que ella les iba a quitar ventas si se llegaba a construir, y en los plenos se oponían tajantemente a que dicha plaza se levantara. El alcalde era Fidel Sarmiento Fidalgo, que sí quería hacer la plaza de abastos, porque eso daría a la ciudad mas posibilidades de negocio y que la gente acudiera más, dado que en los puestos de la plaza, una vez construida, los clientes pudieran encontrar de todo, y no tuvieran que andar de un comercio a otro, sino que en la misma plaza pudieran hacerse con la carne, el pescado y la fruta, además de otras cosas  que necesitaran, ya que habría puestos externos e internos y los clientes tendrían más posibilidades donde elegir.
Pasaban las sesiones y los trámites, con grandes broncas de los que no querían ni a tiros que se hiciera dicha plaza, se iban aprobando por mayoría y el expediente se iba completando a pesar de los concejales que no la querían, hasta que al final se aprobaron todos los tramites y se sacó a subasta. Una vez que se abrieron los pliegos de licitación, se le concedió a un constructor de la ciudad, pero al comenzar a abrir las zanjas del solar actual, se encontraron con un enorme pozo de agua, y tuvieron que buscar unos motores para conseguir secar el mismo, y poder iniciar las obras de construcción y comenzar a poner los cimientos de la misma, todo esto, como es normal, retrasó el inicio y duró más tiempo del que se pensaba, y al finalizar su mandato, a Fidel Sarmiento Fidalgo, le sustituyó su hermano Leandro Sarmiento Fidalgo, que fue el que inauguró las obras de dicha plaza y consiguió que diversos empresarios pusieran puestos en la misma y comenzar su vida empresarial que aún está vigente. Ahora se quiere reformar para darle mas aliciente y que todos los puestos se cubran, pero la Plaza de Abastos sigue abriendo todos los días laborables, aunque el primer piso, solo tenga una panadería diaria por las mañanas, pero el edificio sigue cumpliendo su misión, a pesar de los supermercados y todavía hoy, dentro de la misma, hay  carnicerías y pescaderías en la planta interior de abajo y en los establecimientos exteriores se pueden adquirir joyas,  todo tipo de alimentos, periódicos y libros, zapatos, electrodomésticos, mercería y asados. Es verdad que todo se debe de renovar y mejorar, pero indudablemente, aquellas protestas no impidieron que varias generaciones de bañezanos hayan tenido negocios en dicha plaza y la gente siga visitándola, para comprar las cosas que se encuentran a la venta y algunas familias hayan  vivido y criado a su familia con el trabajo y las ganancias que les ha reportado esta plaza, que a pesar de los agoreros, no tengo noticias de que ningún negocio necesitara cerrar por culpa de la competencia que le pudiera hacer esta plaza de abastos, que tantas discusiones levantó en su inicio, y que hoy es un edificio, que habrá que mejorar, pero que sigue en pie y cumpliendo la labor para la que fue creada, gracias a la tenacidad de un alcalde, Fidel Sarmiento Fidalgo, que supo convencer a la mayoría de los concejales de su tiempo, y comenzar las obras de este edificio que hoy ya está integrado plenamente en la ciudad.  
Aquellas discusiones de los plenos fueron muy ácidas y desagradables en muchos momentos, pero Fidel Sarmiento, al final, consiguió iniciar esta obra que toda vía hoy, está realizando un servicio a los ciudadanos y comarcanos que compran en nuestra ciudad.

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