martes, 17 de diciembre de 2013

19.-La lucha contra el paro en la primavera de 1936 en La Bañeza.-



Del libro LOS PROLEGÓMENOS DE LA TRAGEDIA (Historia menuda y minuciosa de las gentes de las Tierras Bañezanas – Valduerna, Valdería, vegas del Tuerto y el Jamuz, La Cabrera, el Páramo y la Ribera del Órbigo- y de otras de la provincia de 1808 a 1936), recientemente publicado en Ediciones del Lobo Sapiens por José Cabañas González.
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La crisis de trabajo que desde el crak de 1929 se venía padeciendo en España se acentuaba al inicio de 1936. También en la capital provincial se padecía el paro obrero, que afectaba a los labradores de la región paramesa y a los campesinos riberanos (cuando el desempleo alcanza al 17% de la población activa del país), y que se sufría también en La Bañeza, donde ya a la mitad de marzo el alcalde Joaquín Lombó Pollán apelaba en un bando a remediarlo acrecentando la suscripción abierta en fechas anteriores y a colaborar desde la iniciativa particular, llamamiento al que respondieron con premura los empleados municipales aportando días de sus jornales en proporción a los haberes percibidos.  
Desde la publicación socialista palentina Vida Social ya se había apelado a final de mayo de 1934 a la lucha contra el paro con un argumento que sigue siendo válido casi 80 años después: el de que “no podemos continuar por más tiempo pasando por la vergüenza de que en España estemos trabajando los viejos, mientras los chicos jóvenes tienen que vivir a costa de sus padres, por serles imposible ocupar sus brazos”, una situación que motivaba al principio de mayo de 1936 que la alcaldía bañezana comunique al presidente de la Junta Nacional del Paro Obrero que “existen 250 trabajadores en paro, lo que puede originar alteraciones del orden de no alcanzarse las subvenciones solicitadas”, y que a su mitad se detenga a un vecino de 37 años después de la denuncia hecha ante la Guardia Civil por Francisco Martínez Prieto de que desde tiempo atrás venían faltándole pequeñas cantidades de su domicilio, y de que las pesquisas de la Benemérita llevaran al arresto de quien se confesó “culpable de haber robado 25 pesetas, manifestando hallarse sin trabajo y necesitado de dar de comer a sus hijos”. 
Un  parado en Madrid en 1933.
Para la Gestora municipal bañezana frentepopulista designada el 13 de abril de 1936 también sería prioritario atender a solucionar el problema del paro en la ciudad, agravado por el temporal de lluvias que se continuaba padeciendo. La Bolsa de Trabajo funcionaba en La Bañeza siguiendo un turno riguroso para el llamamiento al empleo, y se acuerda el día 20 que, para un mejor reparto, se avise al trabajo tan solo a una persona de cada casa o familia, y clasificar a todos los obreros, para lo cual deben estos de nombrar una comisión, y ofrece el regidor recurrir a las fuerzas vivas para tratar de que haya dinero y ocupación colocando al mayor número de trabajadores, y así el alcalde Joaquín Lombó emite el 23 de abril un nuevo bando en el que señala que “la comisión representativa de obreros y fuerzas vivas de la ciudad ha llegado a una solución para remediar el paro obrero, que exige de todos los vecinos un pequeño sacrificio, que debe ser proporcional a las circunstancias personales y económicas de cada uno, esperando la alcaldía que todos contribuyan a dicho fin: unos ocupando al obrero u obreros que se les hayan asignado o contribuyendo con la cuota fijada; otros emprendiendo trabajos y obras; muchos siguiendo el alto ejemplo de ciudadanía que han dado los empleados municipales, y todos contribuyendo a la suscripción pública que continúa abierta a dicho objeto para con ella sufragar los jornales y materiales necesarios para las obras públicas útiles que ya se han comenzado”. 
Una iniciativa, la emprendida en La Bañeza entonces, que no debió de ser exclusiva de aquí, pues en Villarejo de Órbigo en mayo los obreros parados comenzaban a trabajar “gracias al dinero que el alcalde había obligado a aflojar a los pudientes de la localidad”, y también en Grajal de Campos en aquellos meses en que la villa estaba “sitiada por el hambre” los labradores se vieron constreñidos por el poder municipal a buscar soluciones, a veces impuestas, para resolver el paro obrero, y para ponerla en marcha se editó un impreso en el que la alcaldía bañezana daba forma a los acuerdos de aquella interclasista comisión comunicando que 
… aparte de los obreros que pueda usted tener actualmente ocupados debe hacerse cargo de ___ , eligiéndoles de los que se hallan inscritos en la Bolsa de Trabajo, para ocuparle ___  en la labor que crea conveniente, y a no serle posible, entregando en esta alcaldía la suma de cuatro pesetas por día y obrero; entendiéndose que esta obligación se contrae por el plazo mínimo de ocho días, sin perjuicio de continuar otro plazo, si las circunstancias lo aconsejasen, desde el día de hoy.
Espero de su atención, habida cuenta de las consideraciones que a usted no se le ocultarán, la conveniencia de que cumpla con este deber ciudadano, aparte de intensificar en lo posible los trabajos que usted pueda emprender, pues digno de tener en cuenta es que la prosperidad y la tranquilidad de los ciudadanos dependen de que todos puedan subsistir. 
Muy agradecido en nombre propio y de los elementos que constituyen esta Comisión, quedo suyo S. S.
El Alcalde: Joaquín Lombó Pollán.
Recibí el duplicado. 

Sr. D. _______________________


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