jueves, 30 de octubre de 2014

Las sesiones de antaño y las de ogaño


José Cruz Cabo
Yo comencé a acudir a las sesiones municipales, en el año 1964, cuando los alcaldes eran puestos por el Gobernador Civil y era alcalde, Benigo Isla García. Entones a nadie le interesaban estas discusiones, y durante varios años fui yo el único que estaba en el salón de Pleno con los concejales, y no tenía una mesa donde poner la libreta para tomar las notas correspondientes para hacer las crónicas para El Adelanto, como la hay ahora, desde hace tiempo. Durante unos años, hasta que fue cambiado Fidel Sarmiento por su hermano Leandro, por el Gobernador Civil, solo cuando se aprobó el Plano de Urbanización, para sacarlo a información pública, era yo el único que asistía a las sesiones, que en muchas ocasiones llegaban hasta cerca de las doce de la noche, comenzando a las ocho de la tarde. Al salir el Plano de Urbanización, a información pública, todas las sesiones, hasta que se decidió enterrarlo, estaban llenas de público y en la ciudad se desató la locura, ya que los más pudientes estaban en contra del mismo, y poco a poco fueron atrayendo a más propetarios de casas o viviendas, y pareció durante unos largos meses, que en la ciudad se iba a declarar otra anarquía como la de la guerra civil. Yo desde 1965 era corresponsal también de Radio Popular de Astorga y de Diario de León, y dos o tres años después tenía también la corresponsalía de la Agencia EFE.
Cuando a finales de 1969, el Gobernador cambió al alcalde y entró a gobernar Leandro Sarmiento, lo primero que hizo fue enterrar el Plano de Urbanización y las sesiones del ayuntamiento volvieron a estar solas y yo de único asistente, hasta que en 1973, entró de corresponsal de la Crónica de León, la hija de Delfín, Lourdes Perez y Delfín comnenzó a realizar las fotografías de los plenos para dicho diario, hasta que también él entró a formar parte de la corporación municipal como delegado de la Banda y de la banda de cornetas y tambores que Delfín organizó.
Hasta que en el año 1978, comenzó la democracia y los alcaldes los elegía el pueblo en votación popular y secreta. El primero que salió fue Guillermo García arconada que consiguió siete concejales de los trece que había que elegir, entonces seguimos Lourdes, Delfín y yo, como unicos asistentes a las sesiones. A raiz de entrar Antonio Fernández Calvo como alcalde, comenzaron los bañezanos a acudir a las sesiones aunque no en mucho número pero ya la prensa no estaba sola en las mismas. Después, ya en los años ochenta, y hasta ahora, no solo hay varios periodistas en las sesiones, sino que en mayor o menor número siempre hay vecinos que se interesan por la política municipal y acuden a las mismas, sobre todo cuando seguían siendo a las ocho de la tarde, porque en esta legislatura se cambiaron para las doce de la mañana y yo ya no puedo asistir a las mismas, porque mi movilidad no es la de antes y tengo miedo de caer por las escaleras, ya que la mitad de las mismas no tiene pasamanos y al estar menos ágil que entonces puedo caerme, pero sigo estando al día de los acuerdos de los plenos, aunque personalmente no pueda acudir a ellos, ya que sigo teniendo la corresponsalía de Radio Popular de Astorga, que comencé el año 1965 y como el único gasto que les hago es la llamada telefónica para que me graben la crónica, siguen teniendo confianza en mí y de lunes a viernes sigo hablando por Radio Popular de Astorga sobre la una y veinte del mediodía. Gracias a ello sigo estando en activo y manteniendo la corresponsalía de Radio Astorga, lo que me obliga a estar al tanto de lo que ocurre a diario en nuestra ciudad.

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