sábado, 18 de abril de 2015

69.-El Sorbete, semanario cómico-bufo-charlotesco y de temporada.-


Salió los domingos, desde el 3 de julio al 30 de octubre de 1921 (“hasta que las viñas estén en sazón”, había prometido mantenerse), y desde el 14 de mayo al 4 de junio de 1922 (al menos) en su segunda época. Fue su lema “chirigoteo y guerra al spleen”, y desde su primer número, o “servi-cio” (que costaba 15 céntimos) añadía en su cabecera “no necesitamos censuradores”. Se editan las ocho páginas con las que sale en Astorga, en la Imprenta y Librería de P. López, y nace, dicen sus redactores (algunos nos son ya conocidos de publicaciones anteriores), “en un rato de buen humor, …para la alegría franca y sana, …desde el humorismo y la sátira que invite a reír, …con nombre tan frigorífico y altisonante, como refrescante y depurativo del ánimo, y para combatir la seriedad y la hipocondría y librar al lector de agrios humores invitándolo a la carcajada libre provocada ya por el fondo de los escritos, ya por la forma, la factura o hechura de los mismos”.
Ofrecen la empresa creativa y creadora a la mujer (a un cierto tipo o clase de mujer, “…con aficiones a la música, al teatro, a los viajes, al Suchard, a tocar el piano, y a la comunicación telefó-nica…”), y a ella dedicarán una buena parte de sus trabajos, compuestos por cierto con una muy ornada y cuidada estética y con maneras y artificios que se nos antojan modernistas, y así siembran sus ocho páginas abundantes semblanzas e interviuses a damas y señoritas de las familias más lus-trosas y floridas del lugar, y festivas y devotas composiciones en prosa y verso que glosan las gala-nuras y virtudes de los agraciados jóvenes de uno y otro sexo y con posibles, mezcladas con relatos y creaciones literarias y con algunas (más bien pocas) breves noticias (frívolas y de sociedad, sobre todo) de lo que sucede en la ciudad, acompañadas a veces por ligeras y bienhumoradas críticas (ri-madas en ocasiones) ante actuaciones municipales y otros acontecimientos. Las últimas son ahora el principal objeto de nuestro interés.
Quien firma Nispero va entrevistando en sucesivos números a todo un amplio ramillete de mujeres bañezanas: Ernestina Vigal, Elisita Marqués, Adela de Mata, Milagros Vidal, Conchita Alonso, Antoñita Espeso, Conchita Fernández Núñez, Laura Lombó, Jacinta Fernández López, Tránsito Alonso Llamas, Clarita Espeso, Pilarina Fernández Núñez, y Maruja Lombó.
En el número 2, del 10 de julio, se adelanta el “descomunal” programa de las fiestas patro-nales, y se critica, con fina guasa, el derribo unos meses antes del viejo Teatro, anunciando la irreal inauguración del nuevo el 12 de agosto con la también falsa desmesura de los tres conciertos que en él dará la Banda Municipal de Madrid y la representación por la compañía Guerrero-Mendoza de la comedia El desdén con el desdén. Incluso el título escogido para la obra en la artificial noticia obe-dece seguramente al deseo de remarcar el descontento de las gentes bañezanas con los regidores que dejaron perecer el antiguo Teatro Municipal sin haber dispuesto otro que lo sustituyera (lo que vino a realizar el privado Teatro Seoanez en 1923), sin el que continúa la ciudad mientras en el consisto-rio discuten donde asentar otro, y se encuentra aquélla con que, mientras, …no hay coliseo / ni en el sitio viejo / ni en el sitio nuevo..., y por él sigue clamando la pluma de K. Melo en la sección “Con el Acordeón” en el siguiente número, en rima: …y dile a los concejales / que nos hagan un teatro / aunque sea en los arrabales, y en el posterior, del día 24, lo pide Becerril, como necesario recinto para el trato social, la expansión y el lucimiento, y como galantería que la corporación ha de tener con las lindas señoritas bañezanas que quieren que el nuevo teatro, más coquetón y elegante que el ruinoso panerón en que se había convertido el derribado, se construya para pasar más agradable-mente las veladas invernales.
Para las noches de verano, se dirá el 7 de agosto, el alcalde Ildefonso Abastas Prieto (capitán honorífico de Infantería) ha tenido la idea de celebrar las funciones teatrales en la Plaza Mayor, y así acaba de hacerse sirviendo de camerino la que era inspección de la Guardia de Seguridad, con un aspecto magnífico y semejante al que los caricaturistas describen en sus cuadros de fiestas de villorrios, y con las familias de los barrios acudiendo cargadas de sillas y banquetas; más adelante se celebró alguna sesión de varietés en lo que debieron de ser condiciones parecidas. Se cuenta en aquel número (en un alarde de lo que hoy sería periodismo de investigación) que en La Bañeza se comen anualmente 5.000 burros; que existe un consumo y un matadero clandestino y más de un aprovechado industrial dedicados a tan lucrativa y rigurosamente prohibida industria (solo uno de ellos sacrificó el pasado mes unos 120 pollinos); que todo el mundo lo sabe, y que solo en un barrio se come tan sabroso manjar, que alimenta a muchas familias pobres que con sus miserables peculios no pueden acceder a otras carnes.
En el número que sale el mismo día de las fiestas patronales se lamentan de que no se honre ese año a la Patrona ni con unos modestísimos festejos: los cohetes, las bombas, los biplanos, los que no son alegres, se dice, desafortunadamente están de trágica actualidad (se acababa de producir en julio, en la guerra de África, el desastre de Annual), y altos deberes de humanidad y patriotismo imponen silencio; …además, desde unos días antes llueve y hace un frío siberiano, y están vacías las arcas municipales…

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