miércoles, 3 de agosto de 2016

Despedida a un casi quinto


José Cruz Cabo
Nos ha pillado por sorpresa la muerte de nuestro entrañable amigo, y casi quinto, además de médico traumatólogo, Julio Carvajal, esposo de nuestra entrañable amiga Olga Cavero. Julio era una persona a la que conocí de chavales en Acción Católica, muy aficionado al ajedrez como yo. Posteriormente con los estudios universitarios nos veíamos en verano y cuando fue destinado a León nos encontrábamos de vez en cuando. Al llegar Olga a la concejalía del ayuntamiento, donde hizo una labor extraordinaria y sigue haciendo con el Museo de las Alhajas, la amistad de los dos matrimonios subió muchos puntos ya quien nos encontrábamos en muchos actos, y mi esposa y yo fuimos intimando con Julio y Olga, hasta el extremo de que nos hicimos muy buenos amigos, ya que Julio esra una persona accesible y alegre y por ello llegamos a intimar mucho más. Además se unía entonces Delfín Linacero y su esposa Sarita, con lo que los encuentros y las tertulias eran cada vez más frecuentes,
Julio Carvajal fue una persona amable, afectuosa y sencilla y junto a Olga hicieron una pareja muy agradable y atenta. Yo lo solía ver últimamante en el vestíbulo de su casa porque su hija Olguita es la que me atiende los pies y cada mes y medio le veía en el vestíbulo de su casa y era el que me daba la hora para que me atendiera su hija. Hace como medio año que ya no bajaba las escaleras  y las pocas veces que salió era ya en silla de ruedas.
Querida Olga junto con tus hijos Julio y Olguita, os enviamos mi esposa Nieves y yo nuestro sentidísimo pésame y nuestro abrazo más fuerte, y esperamos que Julio nos espere en el otro mundo para seguir nuestra gran amistad.

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