martes, 18 de abril de 2017

Se puede mejorar la Semana Santa


José Cruz Cabo
Como no podía ver las procesiones de mi ciudad, el jueves y viernes santos, estuve conectado a Canal Sur Televisión, viendo las procesiones  que tuvieron lugar en las capitales y ciudades de Andalucia y recordando mi visita a Sevilla en la semana santa del año 81,  la verdad es que viéndolas me convencí de que nuestra ciudad, puede presumir de tener una gran Semana Santa. Los pasos que vi no tienen nada que desmerezcan a muchos de los pasos de las tres cofradías que tenemos aquí.
El Nazareno de Jesús, el de la caída de la Vera Cruz, el Cristo crucificado de Sanz Herranz, el Cristo de Palau, las vírgenes de Las Angustias, la Amargura, la Esperanza o las dos soledades, así como el Cristo de la Cañica o el San Juan, son tan buenos como pueden ser los mejores de Andalucia y la copia de la Piedad puede competir con cualquier paso de cualquier ciudad de las buenas en el tema semanasantero.
Hace unos años se propuso en una reunión de la Junta Pro Fomento de la Semana Santa Bañezana, que el Jueves santo se hiciera una procesión de hermandad de las tres cofradradias, ya que la Vera Cruz tiene una imagen de la Verónica y se podía hacer una procesión con las tres cofradías y dos encuentros que completaban lo que pasó en el camino del Calvario. El entonces Juez de la Cofradía de Jesús dijo “¿que pinta en el calvario la verónica, quien es esa señora”?. Tampoco la cofradía de las Angustias se  interesó en el tema.
Lo mismo que la Cofradía de Jesús Nazareno tiene una hermandad con la del Divino Obrero de León. Ahora sería el hermanamiento entre las tres cofradías bañezanas. La Vera Cruz salía con la Verónica por el parque infantil, calle Don Angel Riesco, Plaza Obispo Alcolea, Conrado Blanco y en la esquina del Comercio El Cielo, venía la cofradía de Jesus con su grandioso Nazareno y se encontraba con la Verónica, después seguían juntos la procesión hasta encontrarse con la Soledad de la Cofradía de las Angustias y celebrar el encuentro de las dos imágenes con la Soledad y entonces el pañuelo que la Verónica uso para limpiar a Jesús y que este le dejó su cara impresa, tendría un significado mayor que el encuentro actual, las tres cofradías se hermanarían y además darían un mayor significado a la procesión del encuentro del Jueves Santo..
Hace años que quería contarlo, pero antes de dejar este mundo no quería que esta magnífica propuesta quedara sin contestar  ni sin explicar, y se pudiera en el próximo año hacer realidad y mejorar aun más la magnífica Semana Santa que tenemos en nuestra ciudad, con unos pasos valiosos y de calidad imaginera contrastada.. Aunque yo no lo pueda ver por mis años me gustaría que esta procesión del encuentro y hermandad entre las tres cofradías se celebrara el día de Jueves Santo del próximo año.

sábado, 15 de abril de 2017

La Semana Santa ya no es la que conocí

José Cruz Cabo
No cabe duda que nuestra semana santa, ya no es la que yo conocí durante muchos años. Entonces no había bandas de cornetas, tampoco las cofradías usaban capuchones y las procesiones eran mucho más cortas que las de ahora, ya que se pujaba a hombros cada uno de los pasos. Mientras yo fui niño y adolescente, el domingo de Ramos, solo se salía desde la iglesia de Santa María hasta la plaza, donde se bendecían los ramos y se hacia una pequeña procesión. 
Pasados unos años, la Cofradía de Jesús compró el paso de La Borriquita y a partir de entonces se comenzó a hacer una procesión que salía de la iglesia de Jesús, en la Plaza Mayor se bendecían las palmas y los ramos y se iniciaba una procesión que entraba por la calle hoy de Conrado Blanco, daba la vuelta en la Plaza Obispo Alcolea para entrar en Padre Miguélez y a la iglesia, después se amplió hasta la calle Juan de Mansilla y a la iglesia, con bastante más rapidez que ahora dado que fue el primer paso que tuvo ruedas.El lunes el viacrucis se hacia en la iglesia de Santa María y capilla de Jesús. El martes no había procesión y el miércoles tampoco hasta que llegó la gran imagen de la Virgen de la Amargura, que inició su andadura por la calle Juan de Mansilla, la cárcel, la calle Santa Elena, el Jardín, Santa Lucia, Angustias, primo de Rivera, General Franco y Juan de Manilla hasta su capilla.
El jueves se celebraba el encuentro  de la Cofradía de la Vera Cruz, entre la Verónica y Jesús de la caída, Jesús venía por la calle Juan de Mansilla y la Verónica lo hacia por la entonces calle de la Verdura, Se encontraban en el embaldosado de la Plaza Mayor. Se había puesto un piano debajo del templete, que tocaba Don Rogelio y cantaban un grupo de señoritas jóvenes y muchachos también jóvenes. Finalizado el encuentro las imágenes entraban en la iglesia de Santa María y al finalizar el sermón las dos imágenes iban juntas por Juan de Mansilla hasta su capilla. El año 55 se cayó la capilla y esta procesión no se volvió a producir hasta finales del siglo 20 que esta cofradía ha vuelto con fuerza y ahora son tres las procesiones que realiza. El jueves por la tarde, salía el encuentro de Jesús Nazareno y la Virgen de las Angustias que se encontraban  a la altura de lo que hoy es el jardín de Odón y después las dos  cofradías juntas entraban en la iglesia de Santa María y al salir cada una para su capilla.
El Viernes santo la procesión de los Pasos de la Cofradía de Jesús, salía a las siete de la mañana y la Virgen de la Soledad iba por la calle Padre Miguélez a encontrarse con el Nazareno en la Plaza los cacharros, que entonces había todos los sábados cacharros. Mi padre Manolilllo cantaba las saetas hasta el año  45 que fue el último. Luego toda la procesión llegaba a la Plaza Mayor, paraban un buen rato para descansar mientras en la iglesia se decía el sermón. Por la tarde a las cinco, salía el Santo entierro con la urna de la cofradía de Las Angustias hasta la iglesia de Santa María, después del sermón volvían a  la capilla. A las nueve de la noche salía la Soledad, que hacia el mismo recorrido de las Angustias a Santa María y vuelta finalizado el sermón. El Domingo de Pascua, a las doce de la mañana salía la custodia con el Santísimo de Santa María, daba una vuelta por la Plaza bajo palio, con la cofradía del Sacramento y se volvía para celebrar la misa solemne y la bendición. No había música más que en el encuentro de la Vera Cruz, en el del jueves, en la procesión del entierro y algunos años en la de la madrugada de Jesús Nazareno el viernes, si conseguían convencer a la banda. El domingo la banda tocaba el himno nacional en la Plaza y si había bueno había un pequeño concierto en el templete a continuación de la Misa. El recogimiento y la seriedad estaban garantizadas en las procesiones.